domingo, 31 de agosto de 2014

CAMPO ENERGÉTICO HUMANO

 
Dr. Jorge Carvajal

Es necesario hoy un nuevo paradigma que incorpore otra visión del cuerpo como instrumento de la consciencia frente a las limitaciones del actual pardigma médico en Occidente, cuyas características podemos resumir así:

1.- Representa en sí mismo una concepción derivada del paradigma cartesiano anclado a la física Newtoniana, que aún no incorpora los paradigmas relativista y cuántico.

2.- Concibe los organismos como mecanismos y, como consecuencia, compartamentaliza su estudio en especialidades y sub-especialidades, en las que muy frecuentemente se pierde la visión de la totalidad


3.- El método científico constituye su único método posible de conocimiento y preconiza que el antiguo arte de curar puede y debe ser convertido en una ciencia.

4.- El observador puede separarse del universo de lo observado; el mundo y la enfermedad son objetivos, el sujeto -terapeuta o paciente- desaparece en la objetividad de las medidas. 

5.- Presupone que la mente y la consciencia son emergentes del cuerpo y el cerebro y que el hombre es una especie de animal que va ascendiendo. Por la misma razón, muchas de las observaciones en animales son extrapoladas al ser humano que, más que un nuevo reino de la naturaleza, constituye, en este paradigma moderno, un apéndice del reino animal. 

6.- La observación empírica y la razón son los únicos métodos de conocimiento y la lógica es el único uso aceptable de la razón.

7.- Define salud como un estado, asume la enfermedad como lo contrario de la salud y convierte la razón de su existencia en la lucha contra la enfermedad más que en la promoción de la salud, una consecuencia lógica de pensar la enfermedad como el opuesto de la salud. 

8.- La concepción dualista está implícita en su abordaje de la vida: dualidad mente-cuerpo, espíritu-materia, salud-enfermedad, vida-muerte.

Existe una Interfase entre la medicina de la materia y la de la energía en el territorio de los medios diagnósticos y terapéuticos, que incluyen mediciones y modulación de campos electromagnéticos: electro y magneto-encefalograma, tomografías de emisión de positrones, TENS, electroterapia, magnetoterapia, laserterapia, son sólo algunos ejemplos.

La revelación de interacciones de la luz solar y los ritmos circadianos, con su expresión sobre los niveles de melatonina y el metabolismo de los carbohidratos, son evidencias de una pérdida de los antiguos límites moleculares y la construcción actual de una interfase de la medicina oficial en occidente y las antiguas cosmovisones energéticas de la salud y la enfermedad.

Los niveles del campo energético humano
Campos de materia, energía e información son campos de consciencia, entendida ésta como el campo unificado que establece las pautas relacionales entre los diferentes componentes de un campo.

Los niveles del campo energético humano, así considerados como diferentes niveles de conciencia, incluyen el cuerpo etérico y el sistema de chakras, componentes del sistema energético vital que permiten una comunicación entre el hombre físico y los niveles emocional y mental de la conciencia.

Un sistema, las redes o interfases establecen una transición entre el campo energético humano y los niveles moleculares, como la red de neuropéptidos, que permite la integración entre la mente y el cuerpo. 



Patrones de ordenamiento geométrico en el seno del campo de energía, permiten una aproximación clínica rápida y efectiva en el tratamiento de algunos síndromes clínicos frecuentes, introduciéndonos desde la práctica en el mundo de la geometría energética vital. Ésta nos permite comprender y utilizar mejor procedimientos de cromoterapia, láserterapia y magnetoterapia, relacionados con el componente electromagnético del campo relacional. Así mismo, el conocimiento somero de los campos de energía nos facilita el manejo clínico de los obstáculos a la circulación de la energía como la detección y diagnóstico de los trastornos del campo etérico, sobre el que se dan buena parte de las congestiones o depleciones energéticas, que juegan un rol importante en la aparición de las enfermedades crónicas. 

La noción de este campo y su relación con el cuerpo no es ajena a la Psicobiología de la bioenergética clásica, que incluye el estudio de la estructura del carácter concebida por Wilhelm Reich y desarrollada por Lowen y Pierrakos. Se pueden hacer correlaciones de utilidad clínica entre la expresión orgánica del carácter -la armadura o coraza caracteriológica-, los chakras, la geometría energética vital y las alteraciones endocrinas, que permiten un enfoque clínico práctico de las alteraciones del sistema energético vital y sus sistemas conductores de señales. De la misma forma en que describimos trastornos circulatorios y nerviosos, podemos referirnos a verdaderos trastornos en la circulación de energía y el transporte de información en el seno del nivel etérico del campo energético vital, cuyo conocimiento es de gran utilidad en la practica clínica. La utilización de nuestro propio campo energético ha sido desde la antigüedad un poderoso instrumento terapéutico.

Algunas ideas de interés para quienes apenas se inician en el camino de la energía y sus aplicaciones a la biología nos permitirán establecer un marco de referencia al trabajo propuesto: 

1.- Todo en el universo manifestado se expresa como campos de relaciones de materia, energía, información o conciencia. De la interacción entre estos campos o niveles de energía surgen patrones de organización que conforman nuestros diferentes cuerpos, concebidos, en esta dimensión, como niveles de conciencia

2.- Nos movemos en un mar de energía fundamental, que asume en parte las características del sistema que permea. Esta energía en el seno de los seres vivos presenta diferentes niveles vibratorios, de los cuales dos han sido claramente descritos por diversos investigadores a lo largo de la historia.

El primer nivel es un campo electrodinámico de baja frecuencia que forma un sustrato para los eventos fisiológicos al interior del organismo. Su energía, de naturaleza eléctrica, descrita por Burr, Ravitz, Nodenström y Becker, rige procesos tan importantes como la reparación tisular y se relaciona con la producción de corriente eléctrica continua y campos magnéticos perpendiculares a la misma, que circulan por algunas estructuras como el perineuro, los vasos sanguíneos y los canales de acupuntura.

La otra es una forma de energía más sutil y universal, adscrita a conceptos vitalistas como el de fuerza vital (Hahnmann), OD (Reichenbach), ORGON (Reich), CHI (M.T.CH.), PRANA (Ayurveda). Por ser un concepto más universalmente utilizado, adoptaremos para tal energía la denominación hindú de prana, propuesta desde los más antiguos textos del Ayurveda.

3.- Existen sistemas de conducción de las señales de los diferentes niveles vibratorios de una misma energía fundamental en el organismo humano. Además de los clásicos sistemas de transmisión neural y humoral, mediados por moléculas como las hormonas y los neurotransmisores, tenemos sistemas de conducción eléctrica iónica, semiconducción molecular y, posiblemente, superconducción, que hacen del ser vivo una red intrincada de conducción de señales que integran los diferentes subsistemas en un todo indivisible.

En el sistema nervioso central se generan corrientes alternas a través del sistema neuronal y corrientes continuas o directas a través del sistema glial; algunas moléculas ubicuitarias en los sistemas vivos, como la colágena, asumen el rol de semiconductores que pueden explicarnos la gran efectividad terapéutica de técnicas como la de infiltración de microdosis de anestésicos locales en la terapia neural. El ADN y la melanina han ido postulados como superconductores biológicos, que nos podrían explicar fenómenos incomprensibles para el paradigma vigente, como la sensibilidad de los organismos vivos a campos magnéticos extremadamente débiles y los procesos de levitación asociados a ciertos estados ampliados de conciencia. 

4.- La energía vital puede ser transmitida a distancia, como se refleja en los clásicos experimentos de Elmer Green -'The Copper Wall Project'-, en los cuales, terapeutas entrenados en el toque terapéutico sin contacto, pueden producir salvas de potenciales de un voltaje inmensamente superior a todos los potenciales biológicos conocidos. Igualmente la sincronización de las ondas electroencefalográficas y la pulsación del campo magnético terrestre en su banda de ocho hertz, ha sido asociada a la efectividad de prácticas de sanación entre diversas culturas. La existencia de un potencial humano, que puede ser intencionalmente dirigido por un terapeuta entrenado, se constituye hoy en uno de los grandes retos de la bioenergética. 

5.- La energía biológica puede ser conducida por múltiples conductores, incluyendo materiales orgánicos, lo cual puede ser utilizado en técnicas simples de transferencias energéticas propuestas ya desde el siglo pasado por Reichenbach y desarrolladas desde comienzos del presente siglo por Eeman, quien nos introduce en el revolucionario campo de la terapia bioenergética grupal a través de lo que él ha llamado circuitos cooperativos.

6.- La característica fundamental del prana -energía vital- es su patrón de pulsación variable, caracterizado por ritmos que varían en función de ritmos geofísicos y ritmos fisiológicos endógenos. Es esta cualidad fundamental de vibración del prana, íntimamente asociada a la pulsación del campo magnético terrestre, la condición que permite su modulación por diferentes prácticas bioenergéticas.

7.- Un comportamiento similar al de la luz, por el cual el prana puede ser sometido a refracción y reflexión, es constatado en sistemas de retroalimentación con la reflexión de la propia imagen energética, como ocurre en el tipo de terapias que manejan las propias emisiones del organismo o terapias de retroalimentación con las propias oscilaciones.

8.- Desde la noción moderna del V.A.S. o señal autónoma vascular de Nogier, hasta los pulsos registrados por el médico tradicional chino o los de la medicina ayurvédica, el pulso nos brinda una herramienta clínica de valor inestimable. El pulso, como clave semiológica en el diagnóstico de la condición del organismo, ha sido un común denominador en todas las culturas y puede ser una de las más valiosas ayudas en la determinación del estado energético de un organismo.

Dr. Jorge Carvajal 


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